Thursday, May 25, 2006
Final...
Final: Fin, término...

Qué es el fin?

Se diría que el fin es el momento en que termina la existencia... Esto es aplicable a todo...
Pero pensando un poco más... Lo que ha terminado ha acabado, ya no es ni será... Y, realmente puede tomarse esto como cierto?
Todo fin es principio en sí... Lo que termina da paso a algo que comienza, y por esto podría deducir que no existe el fin, sino la transformación...
No todas las transformaciones son buenas, pero es más fácil transformar paulatinamente las cosas que ponerles un fin abrupto...


Reflexiona, pero no mucho, recuerda que no siempre es bueno...


Te regalo una frase de alguien que francamente no creo merezca ser nombrado...


"Y todo aquello que no te guste hazlo a tu manera... Es posible, es posible..."
 
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Wednesday, May 24, 2006
Entré caminando lentamente al espacio donde se debatía mi suerte... Nadie me vió llegar, y francamente creo que poco importaba mi presencia, ya que nada podía hacer para cambiar aquello que se decidiera...
Escuché con atención en el momento en que se sorteaba el día de mi muerte, y, luego, la manera... Es extraña la curiosidad del Ser Humano, que lo lleva a querer saber aún los detalles más macabros...
Debo decir que no me sorprendí de saber cómo y cuándo moriría... Mi futuro estaba planeado en mi cabeza con mucha antelación, y lo que allí se decía no difería mucho de mi pensamiento...
Continuaba la reunión, y más secretos de mi futuro me eran develados...
Supe de mi gloria y mi ruina, mi felicidad y mi tristeza, y aún así, escuchaba inmutable, ya que nada de esto difería con lo que esperaba de mi vida...
Luego de dar por finalizada la reunión, aquellos que allí habían tratado un tema para algunos tan delicado sin darle mayor importancia, comenzaron un extraño ritual...
Una hoguera aparecida de algún lugar ardía en el centro de aquella escena que, ahora sí, me sorprendió... En ella comenzaron a destruir mi vida, recuerdo por recuerdo, presente, futuro, pasado, personas, emociones, situaciones... Al fin todo lo que quedó de ese yo era un pequeña pila de cenizas de la que cada integrante tomó un puñado y, soplando, lo esparció por lo que ahora se me presentaba como una infinita llanura, un paraje yermo, frío y oscuro que erizaba mi piel...
Con lágrimas en los ojos atiné a preguntar al ver este triste final: "Por qué me ha sido permitido ver una vida que creí mía de manera tan clara, para luego ver cómo lo que antes era cierto se ha ido con el viento?". El mayor de ellos, de mirada punzante y semblante cansado dijo: "Tú has visto lo que has creído ver, más nada es siempre lo que parece. Acaso creíste alguna vez que una vida es algo tan simple como para ser elegido con antelación a los hechos que la conforman?"

Ha habido un libro que, para mi suerte y mi desgracia, me ha cautivado hasta las fibras más íntimas... Este texto no es más que algo provocado por una frase de ese libro que, en mi opinión, encierra una de las mayores sabidurías...


"Todo lo que este libro diga puede ser una falacia"

Ilusiones, Richard Bach
 
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Wednesday, May 17, 2006
Deleite cultural...
Agradezco a esa persona que me hizo llegar este texto, aunque probablemente nunca lo vea...



BUENOS AIRES AZUL (ABELARDO CASTILLO)

“Como a una querida, si estás lejos mejor hay que amarte. Como a una querida. No voy a reparar en el secreto desarraigo nacional latente en este verso; tampoco, en su postulación medio ilícita de que la distancia estimula sólo el amor a la amante, no a la mujer o a los amigos. No voy a hacer sociología ni ética. Lo que ahora me interesa es que, desde los orígenes del tango, Buenos Aires es hembra. No pretendo, por tanto, ser el primero que compara a Buenos Aires con una mujer. Y es probable que con todas las ciudades del mundo pase lo mismo; Sin abusar mucho de la imaginación puede suponerse que el mero hecho de que la palabra ciudad sea femenina facilita o impone la metáfora. Sea como fuere, lo que quiero decir es que el verdadero amador de la ciudad se encuentra con ella de noche, a esa hora clandestina y misteriosa en que se ama a las mujeres. Sólo a la noche Buenos Aires es real. No hablo de la hora en que la gente sale de los cines y los teatros, no hablo de las famosas luces del centro, no hablo de los “Grills”, de las librerías insomnes de Corrientes (o no hablo sólo de eso, ya que no deja de ser extraño que Buenos Aires sea acaso la única ciudad del mundo donde uno puede comprar un libro a las tres de la madrugada.) La noche porteña a que aludo es la de los barrios, la de las plazas pensativas, la de las vías de los trenes, la de los zaguanes profundos. Incluso la de ciertas calles del centro que, en esa hora, hacen pensar en un planeta abandonado, como si de pronto hubiera ocurrido una catástrofe silenciosa que obligó a la gente a irse a otro mundo, dejando en el apuro una ventana iluminada, una puerta a medio cerrar.
Nadie puede decir que conoce realmente a Buenos Aires si no la ha caminado largamente de noche. Conocer de conocer; casi diría: en el sentido bíblico. Porque conocer Buenos Aires no es memorizar sus avenidas, la mano de sus calles, el recorrido de sus colectivos. Así como nadie conoce a una mujer porque sepa que tiene 32 dientes, dos piernas, cinco dedos en cada mano. Ningún hombre sabe nada de una mujer si no la miró dormir. Ese acto religioso y absolutamente incompartible de mirar a mansalva la cara de una mujer que se nos quedó dormida, mirarla hasta sentir miedo, es el verdadero acto de amor. Nadie puede saber si ama si no miró a una mujer así. Cualquiera puede saber que ya no ama cuando no soporta esta contemplación. Contemplación, ahí encontré la palabra: No hay como ponerse a escribir para comprender que es lo que se quiere decir. Contemplación es una palabra sagrada. Cualquiera mira, ve u observa, pero no a cualquiera le está dado alcanzar la contemplación de algo. Y la contemplación de Buenos Aires sólo es posible de noche. Durante el día es apenas una de las cuatro o cinco grandes capitales del mundo, vale decir, un apelmazamiento de ómnibus, empleados, vendedores de máquinas pelapapas y tirabuzones que cortan vidrios, un mazacote. Como cualquier gran capital del mundo durante el día es una vasta cámara de gas en la que millones de seres tratan de sobrevivir sin importarles mucho de qué modo. Pero por fin, a pesar de las vidrieras, a pesar de los tubos fluorescentes, a pesar de toda esa estrategia de la luz que los hombres han inventado para ahuyentarse a sí mismos, por fin hay una hora incomparable en que ya es de noche en Buenos Aires.
Martínez Estrada se equivocó. O mejor, medio impresionado por la autoridad de Echeverría y del Conde de Keyserling (sobre todo, sospecho, abombado por el título nobiliario de este europeo al que tomaban seriamente por filósofo los argentinos de hace cincuenta años), Martínez Estrada dejó escrito que la hora de Buenos Aires es el atardecer: la hora de la Pampa. Menos mal que este grande y arbitrario hombre no temía contradecirse y en la misma página, se decide a mirar Buenos Aires con sus propios ojos, no con los de un remoto Conde báltico. Y ahí nota lo que cualquier trasnochador sabe sin que nadie se lo explique: la hora de Buenos Aires es la noche. Y yo diría que es la hora del país entero. La de los cuentos de aparecidos, la que agranda las montañas hasta el grito, la de oír una guitarra a lo lejos, la de la luna colorada sobre los ríos. Ya lo sé: todo se ahonda y se enrarece de noche. Pero no se trata de eso. Buenos Aires, de noche, es azul. Se purifica. Hasta la humedad de sus empedrados se vuelve mágica. Hasta la neblina brilla. Sólo de noche Buenos Aires tiene estatuas y arboledas, campanarios y zaguanes. Es de noche cuando uno descubre los pasajes y las cortadas, la repentina majestad de una casa por al que pasamos mil veces de día, pero que, como un secreto para nosotros solos, se nos revela para siempre una madrugada. Como si se nos hubiera concedido dormir despiertos y soñáramos una ciudad fantástica que, implacablemente, borrará el alba. Dije fantástica, debí decir real. Porque todo, hasta la miseria, es más real de noche. Los crotos de las estaciones, los desdichados que se apelotonan de frío contra las paredes del Once, las viejas vendedoras de violetas, los chiquilines de Bachín a los que debiéramos darles dignidad pero les cantamos tangos, los borrachos, los que silban, los que matan y los que se matan, habitan la ciudad nocturna. Los perros que saquean los tachos de basura y los hombres que saquean los tachos de basura. Porque Buenos Aires, como una mujer que duerme, solo de noche se deja ver tal cual es. Por eso, quien se atreve a mirarla a esa hora, la ha contemplado realmente y la conoce. De noche, mirando la hilera torcida de los faroles de alumbrado, uno advierte el verdadero trazado de sus calles. De noche, como pequeñas ciudades fantasmas engarzadas dentro de la ciudad, los domos de la Recoleta y la Chacarita asoman sus siluetas detrás de los paredones. De noche, por fin, el porteño se atreve a mirar hacia lo alto y ve las ventanas iluminadas de las que habló para siempre Roberto Arlt. Porque solo de noche el porteño se anima a levantar la mirada ( buscando vaya a saber qué o a Quién), y da con el misterio de las ventanas, descubre la aguja de una cúpula magnificada hasta el vértigo por la luna, y se da cuenta de que el cielo todavía se comba sobre los hombres. Porque de noche recobramos el estupor del cielo de Buenos Aires y sabemos que es más inmenso que la ciudad. De noche, Buenos Aires se restituye a su olvidado origen de ciudad de río que, bajo un cielo de río, se abre hacia el mar.
Lástima que ya no haya tranvías. El que oyó el traqueteo de un tranvía en la noche de Buenos Aires, como el que oyó el paso de un tren en una ciudad dormida de provincia, sabe lo bella que puede ser la tristeza. Menos mal que todavía, caminando por el puerto, nos queda la sirena de los barcos.
Menos mal, sobre todo, que si algún día desaparecen los barcos, el dios de Buenos Aires le seguirá dando manija al redondo mundo y nadie podrá impedir que llegue esa hora sagrada en que la ciudad, como una mujer que duerme, se deja ver tal como es y se entrega a sus sueños inocentes o a sus atroces pesadillas.
Aclaración: El texto tiene faltas de ortografía que por falta de tiempo no corregí, pero doy mi palabra de corregirlas en cuanto pueda...
 
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Tuesday, May 16, 2006
Just a song...
I slowly shoot these words like weapons
And go insane
I watch you drive your stupid car
You go away
You never were one to use caution
And you're gonna pay
You know I'd love to see it happen

I always tried to keep you near me
Without the pain I
love to tie us into knots
We slipped away
I tried to captivate you, on that evening
He was leaving, with the girl I'd love to kill

Happy Death day to you, baby
I know you're flying in the blue now
We'll be together real soon now baby, don't you worry
Papa's got a brand new body bag for you

Cable cars run through my mind
Reminiscent Bay
I think of north on Valentine
I wish you'd stay
You never were one to use caution
It slipped away
I somehow knew this would happen

Happy Death day to you, baby
I know you're flying in the blue now
We'll be together real soon now baby, don't you worry
Papa's got a brand new body bag for you

And I got a fresh new kind of attitude

I slowly shoot these words like weapons
And go insane
I watch you drive your stupid car
You go away
You never were, you never were
You know I'd love to see it happen

Happy Death day to you, baby
I know you're flying in the blue now
We'll be together real soon now baby, don't you worry
Papa's got a brand new body bag for you

And he ain't ever ever coming back to you

Death Day - Alien Ant Farm




Le temes a la muerte? A qué muerte le temes?

Al decir muerte se piensa en el fin de la existencia, pero no muy seguido uno se plantea la cantidad de cosas cuya existencia puede morir... Y, sin embargo, hay personas que le temen a la muerte sin admitirlo... Por suspuesto, no a la muerte física de sus personas, sino a la muerte de cosas como el amor, la amistad, etc...
Es sabido que quien no tiene la capacidad de sufrir está privado de adquirir la sabiduría que el sufrimiento otorga...
Mas hay quienes no temen al sufrimiento, no temen a la muerte, y son ellos a quienes erróneamente se juzga como faltos de sentimientos... Así se me juzga, mas quienes hayan leído con atención cada cosa que escribo (creo que nadie), fácilmente se dará cuenta la cantidad de sentimientos que encierra cada texto...
No temer a la muerte no es falta de sentimientos, sino capacidad de aceptación... Lo que ES no puede cambiarlo una sola persona, hay situaciones que, mal que le pese, uno debe aceptar para lograr seguir adelante, la falta de aceptación logra desórdenes psíquicos, y lo dice alguien que lo vive a cada segundo...





Byebyes...
 
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Monday, May 15, 2006
Spiders...
The spiders all in tune
The evening of the moon
Dreams are made winding through my head

Spiders - System Of A Down (Fragmento)


Una araña recorre una pared tejiendo la red que la ayudará a subsitir... Una y otra vez pega puntas del fino hilo aquí y allá, en lugares estratégicos... Se deja caer una y otra vez con la seguridad de esa cuerda de seguridad que la sostiene, una y otra vez trepa por ella y, a fuerza de prueba y error, descubre los mejores lugares donde situar cada línea de ese complejo entramado que está predestinada a confeccionar durante la totalidad de su existencia...
Todos los animales tejemos nuestro destino a fuerza de prueba y error, algunos más conscientes de ello que otros, pero no menos propensos a caer...
He aquí alguien que mil veces se ha dejado caer sin más seguridad que su unión con el pasado... Alguien cuya meta es incierta y su pasado, presente constante... He aquí alguien cuyos errores han sido quizás peores que los de otros, alguien que no trepa por la cuerda, sino que comienza un nuevo camino desde el punto hacia el que lo ha llevado su caída...
He aquí una demostración, no más que eso, de la idiotez humana... El raciocinio del que el Ser Humano fue dotado no siempre lo favorece... A veces es mejor ignorar...
Los hilos que forman la red de nuestras vidas se cruzan a veces armoniosamente y esa unión da paso a estructuras de incalculable belleza, más en la oscuridad de los malos tiempos suelen fundirse y confundirse en marañas de situaciones, pensamientos y sentimientos que nos trastornan y pueden llegar a marcar nuestra existencia...
Esta maraca que llevo desde siempre es la demostración que me doy a mi mismo de la veracidad de mis palabras, mas tú, lector, no tienes por qué tomarlas...
Hoy no propondré ejercicio alguno, no porque no se me ocurra, sino porque su efecto puede ser adverso, y ya suficiente daño he hecho...




Sean felices... Acepten lo inaceptable, cuestionen con discreción... Y nunca, nunca, dejen que la duda maneje sus vidas...



Byebyes...
 
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Wednesday, May 10, 2006
Espacios
Mi espacio de creación no es algo fijo, sino incierto. Surge en cualquier ocasión, de un canto, un guiño, un sentimiento. No precisa permiso alguno, insolente aparece, intenso, y me muestra límpido un cielo abierto que aúna ríos de inspiración...
Mi espacio de inspiración puede hallarse en cualquier persona, algún objeto, palabra o aroma que revistan encanto y sutileza, pues allí reside la grandeza para curiosos que, como yo, buscan ese arte tan inusual que es la simpleza...
Mi espacio de creación no reconoce límites ni horarios, y le gusta decir que no cuando le ofrecen tragos amargos...
Mi espacio sólo soy yo, que vivo de acuerdo al tiempo que marcan mi imaginación, mis risas, llantos y pensamientos...
 
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Sunday, May 07, 2006
Exposición de lo aprendido
Recordé aquel pasado del que no puedo escapar, pero esta vez, en lugar de ensimismarme, preferí reflexionar...
Todos hemos hecho cosas que siempre nos acecharán. Hablo de cosas malas, obviamente, pero si miramos hacia ese momento es posible que veamos que no eran malas entonces, aunque hoy nos duelan, repugnen y/o atormenten...
Es un supuesto el que pensar mucho no sea bueno, pero sabemos que no pensar tampoco lo es, y quizás sea aún peor, así que te propongo que me acompañes en mi reflexión...
Sabemos que lo que hagamos en este mismo instante influirá en el futuro, tanto mediato como inmediato, mas solemos olvidarnos de ello con increíble facilidad (como salvedad digamos que algunos más que otros), y lo probaré exponiendo un análisis lógico: Pensá en tu pelo...El corte, el color, la manera en que lo peinás o no... Creés en realidad que fuiste única y exclusivamente vos de quien surgió todo eso? Pues no... Si pensás en la cantidad de factores exógenos que influyen sobre lo que llamás "tus" desiciones, qué porcentaje creés fehacientemente que corresponde a tu desición personal, única e intransferible?
Volvamos hacia atrás. Al olvidarnos que nuestros actos tendrán consecuencias futuras expandimos las posibilidades de hacer cosas cuyo resultado no sea beneficioso. Hay incluso quienes nunca ejercitaron el mecanismo de análisis lógico de probabilidades que tiene como objetivo reducir al mínimo las posibilidades de malas consecuencias, mas no creo que alguien así se interese en este texto (para ellos/as, el título de mi espacio).
Bien, ahora la reflexión desde el lugar de una tercera persona que llamaremos víctima...
Todos alguna vez hemos sido víctimas del acto de alguien más. El más claro ejemplo es el de quien, con o sin intención, habla de más, perjudicándonos...
Bien, el mecanismo antes citado puede ser utilizado con el fin de no tener un entorno perjudicial, pero aún así siempre existen muchos factores que influyen en el comportamiento de las personas, pudiendo hacer fallar el análisis. Es aquí donde la estructura lógica termina, dando paso a la necesidad de elegir tomar un riesgo que, si bien mínimo, influirá a posteriori en el resto de nuestra vida...
Existen personas que, aún siendo mínimo el riesgo, no toman desiciones que no involucren un 99% de éxito, mas hay que recordar que no gana quien se queda llorando por lo que no tiene, sino el que con confianza y fe va en busca de lo que quiere. Napoleón decía que hay dos tipos de persona: Los que van por el mundo triunfadores y los que se sientan a la vera del camino a aplaudirlos cuando los ven pasar...
Mi idea con todo esto es la de dar una pauta en principio contrapuesta a la racionalidad anterior: El tomar riesgos y luchar por lo que se desea. Al decir "luchar" no me refiero a golpes, ya que considero que la fuerza es el recurso de los mediocres, así como tampoco quiero que se malinterprete la noción expuesta. Por esto mismo aclararé que esto se basa en una idea de sana y justa competencia...
Surgirán para este punto pensamientos de contradicción, por eso aclaro que no lo es, y paso a explicar el por qué...
El Ser Humano es un animal, por lo tanto posee instintos, como el caso del deseo sexual. Por otro lado, nace dotado de un intelecto superior al de los demás animales, lo que le posibilita aplacar su instinto...
Sabido es que existen personas casi exclusivamente instintivas (impulsivas), así como hay otas casi exclusivamente racionales. Pues bien, la exposición de lo racional y lo instintivo tiene el fin de fundamentar lo que todos sabemos: Que ningún extremo es bueno, ya que todo ser necesita un equilibrio para subsistir...
Tomemos el ejemplo del deseo sexual: Todo animal posee este instinto, pero pocos animales, incluido el Ser Humano, lo utilizan por placer. Me dirijo ahora a vos, lector, suponiendo que tenés un deseo irrefrenable de poseer carnalmente a una persona. Obedeciendo a tu instinto deberías saciarlo de una vez, mas si lo hicieras, qué consecuencias podría tener? Aquí es donde entra en juego la razón: La consideración de consecuencias muy graves, tales como el contagio de enfermedades, traicionar a un ser querido o colaborar para que la otra persona lo haga; consecuencias menos graves, como alterar la imagen que nuestro entorno tiene sobre nosotros y/o crearles desconfianza; o las mínimas consecuencias, como el qué dirán y el ser juzgado falsamente...
Bien, para finalizar te voy a proponer un ejercicio: Buscá un espejo y concentrate en tu reflejo... Ahora pensá en él como una persona totalmente ajena a vos que ha sido inmutable testigo de toda tu vida, y, como tal, si bien desconoce tus pensamientos, sabe todo los que has hecho y dicho... Figuratelo como alguien que no habla, pero escucha, piensa y siente...
Ahora intentá recordar hechos que hayan quedado grabados en tu memoria, quedate sólo con aquellos en que hayas tomado participación y ahora desecha los que sean recuerdos de cosas buenas...
Para este momento deberás tener en tu mente imágenes de hechos en los que hyayas participado y hayan molestado y/o lastimado a alguien, o incluso a vos mismo/a...
Ahora, sin quitar esos recuerdos de tu mente, ponete en el lugar de tu reflejo, ahora sos quien vio, escuchó y sintió todo...
Comenzá a formarte una idea de la persona que tomó participación en esas cosas (la que eras antes) que has visto, oído y sentido, juzgala!
Si te sirvió el ejercicio, ya debés haber creado pensamientos sobre todo lo malo en lo que tomaste participación, podrías comenzar a buscar el equilibrio...
Por último, recordá esto: No te quieras en demasía. Como Seres Humanos, somos propensos a cometer errores...
Byebyes...
 
Do you care? manifestó esto a las 1:54 PM | 3 ha(n) opinado