Una increíble diversidad étnico-socio-económico-cultural. Inesperada reunión colectiva promovida por la simple necesidad individual de todos y cada uno de los concurrentes de festejar una fecha especial en compañía de amigos, conocidos, no tanto y perfectos extraños.
Más de una vez he hecho saber mi pensamiento en cuanto a la mente humana, mi fascinación hacia ella como objeto de observación, de contemplación, de estudio...
Igual de maravillado me dejó la experiencia vivida la primer madrugada de este nuevo año entre tantos mundos, tantas culturas, tantas elecciones.
Cada persona es un perfecto logro de la naturaleza pues, tan interesante como la inmensidad del cosmos, los mundos lejanos y aún esta Tierra donde vivimos, es el infinito interior, la increíble multiplicidad de mundos que residen dentro de todos nosotros. En ocasiones - y esto muchos deben saberlo - la diversidad interior puede causar conflictos, quiebres, desánimo y hasta el odio hacia uno y hacia todos. Esto es, también, un pensamiento, en cierto modo, en términos "cósmicos", por así decirlo.
La mayoría de los exponentes que predican la unidad del todo, la idea de considerar que cada uno es parte de todo lo demás, como un grano de arena perteneciente a una larga línea costera, suelen hacerlo desde la visión positiva de aquel cuyo máximo deseo es lograr la comprensión del individuo comenzando desde la comprensión del todo al que éste pertenece. Lo que llamaríamos un pensamiento descendente.
Dado que es la ley primera del todo que cada acción causa una reacción opuesta, es de entender que existan también aquellas personas que llegan a una comprensión negativa de la idea antes planteada, lo cual no significa que un lado esté en lo correcto mientras que el otro está equivocado, sino simplemente ilustra un poco más la diversidad de esta "realidad" en la que vivimos. Decía, pues (o, más bien, escribía), que existen individuos que eligen creer que la existencia en sí no tiene un sentido o razón de ser, que la simple función de la línea costera de la que son parte no justifica ni facilita la comprensión del por qué de la existencia. Son estas personas quienes suelen elegir el camino de la negatividad: depresión, confusión, odio o ira sin causa aparente contra el todo de su vida, psicosis y aún períodos de paranoia o esquizofrenia. Quienes eligen este camino suelen comenzar por la incomprensión por sí mismos como individuos dentro del todo, para luego considerar al todo como algo sin sentido, innecesario, deprimente y hasta dañino. Lo que llamaríamos un pensamiento ascendente.
El pensamiento actúa, muchas veces, de maneras conscientemente incomprensibles pero, en sí, no está formado por otra cosa que ideas. Ideas sobre nosotros mismos y la realidad circundante, ideas sobre lo real, lo irreal, lo tangible y lo abstracto. Las ideas no son más que puntos de vista, perspectivas desde las que cada persona elige comprender la existencia, tanto propia como ajena. He aquí el punto central de todo lo viviente.
Todo ser vivo funciona de acuerdo a un mecanismo: las plantas cumplen un ciclo vital en que el fin es crecer lo más posible para perpetuar la especie, y lo hacen a través de la adaptación natural, la reproducción y la fotosíntesis, que no es otra cosa que un acto estrictamente mecánico, analizable como un recorrido lógico; todo animal nace con los instintos que le pertenecen como tal, y vive de acuerdo a ellos, sin otro fin que crecer lo más posible y perpetuar la especie; la diferenciación con la que la naturaleza ha distinguido al Ser Humano de entre los seres vivos es la capacidad de incorporar, desechar, modificar y hasta crear ideas, de comprender los mecanismos para luego poder quebrarlos, moldearlos y adaptarlos a nuestro antojo, pero nos ha limitado a ser seres completamente individuales, a no compartir ni el más mínimo pensamiento en un 100% con otro individuo.
Todo lo expuesto aquí no es más que una espontánea conjunción de ideas de una mente que disfruta analizando los diferentes aspectos del todo existencial, y es así que esta misma mente podría (y seguramente lo hará), tener una visión diferente mañana, pues está en mi capacidad, así como en la tuya y la de todos, comprender la realidad interior y moldear nuestras ideas a discreción, no como justificación para una vida que se presenta absurda en muchos aspectos, sino como un juego que nos invita a jugarlo en todo momento, solos o acompañados, por diversión o dedicación académica, para reír y llorar, pero, por sobre todo, para aprender... Para aprender que el todo puede también ser la nada si así deseamos considerarlo, para aprender que el poder estuvo, está y estará siempre dentro de cada uno, para lograr sentirse bien, en paz y feliz...
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estuvo dolina en mardelplata
hace muy poco, y no pude ir!
une pena... espero q estes
bien, besotes!°!!!
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