Toda vez que tomamos una decisión, hacemos una elección, estamos eligiendo decir "no" a ifninitos destinos y "sí" a otros tantos.
Asimismo, cuando optamos estamos resignando algo más, es inevitable, no podemos acapararlo todo, me gustaría decir que cada vez que optamos por vivir estamos resignando la vida misma.
Pero ¿qué hay de las amistades que, como la nuestra, surgieron más de una casualidad que de una elección? O vamos a llamarlo, mejor que casualidad: coincidencia. La coincidencia de las ideas afines, la coincidencia de un camino espiritual símil.
Brindo por la continuidad de una amistad sin resignaciones por el simple provecho de nuestras almas y el intercambio de conocimiento para que sigamos recolectando en el trayecto los enigmas que otros, por distracción, descuido o desinterés, han dejado caer al suelo, y volver a elevarlos más allá de la bóveda celeste (a donde creemos que pertenecen).
Gracias por la dedicatoria.
This comment has been removed by the author.